Barreras de protección frente a la caída de rocas

Una barrera de protección frente a la caída de rocas es un término general que se usa para un grupo de medidas de mitigación diseñadas para detener o controlar la caída de rocas a medida que ocurren. Por lo general, se construyen con postes de acero y una red flexible soportada por un cable metálico. Los sistemas se anclan al suelo usando anclajes de roca o tierras. Su evolución en los últimos 50 años los ha visto transformarse desde sistemas rudimentarios fabricados en el propio lugar y con una base mínima de ingeniería hasta productos comerciales que están altamente diseñados y sujetos a estrictas pautas de ensayo y certificación.

Donde las capacidades de la barrera alguna vez se consideraron elevadas con solo 100 o 500 kJ, ahora se instalan comúnmente sistemas de hasta 5000 kJ, algunos incluso mayores. Los beneficios del bajo costo de material, la facilidad de instalación y la alta adaptabilidad a la difícil topografía los han convertido en una herramienta valiosa para los ingenieros para ayudar a mitigar el peligro de caída de rocas y proteger la vida y la propiedad. Miles de kilómetros de carreteras en todo el mundo ahora están protegidos por estas estructuras así como otras infraestructuras vitales tales como centrales hidroeléctricas y minería, tuberías, instalaciones públicas y residencias privadas.

La forma tradicional de una barrera contra caída de rocas es una verdadera barrera de "captación". El sistema está diseñado para evitar que las rocas pasen a través del plano de la barrera, aunque se requiere una cierta elongación del sistema. Finalmente, el material se deposita dentro de los límites del sistema y está limitado por los cables de soporte superior e inferior que sostienen las redes.

La función principal de los atenuadores contra caída de rocas es reducir la energía de las rocas que caen y controlar las alturas de rebote. Los sistemas normalmente no tienen cables de soporte en la parte inferior e intermedia y, por lo tanto, el material es libre de salir del sistema, aunque normalmente con velocidad reducida y una trayectoria alterada.

En el caso de un sistema híbrido, la función se encuentra en algún lugar entre los dos casos anteriores. Las rocas caídas aún pueden ser contenidas entre los cables de soporte superior e inferior, pero difieren ya que el cable de soporte inferior se ha trasladado de la base del poste a una posición estratégica más baja, donde la acumulación de rocas se elimina más fácilmente.

Hay dos tipos principales de sistemas de barreras de captación de caída de rocas: aquellos con una conexión fija entre el poste y la placa base y aquellos con una conexión articulada. En términos generales, los sistemas de postes fijos son mucho más pesados ​​que los sistemas articulados con la misma capacidad de retención de energía. Esto se debe a que el sistema articulado distribuye fuerzas desde el cabezal del poste directamente a los anclajes al terreno a través de cables de retención ascendentes. Por contra, los sistemas de postes fijos requieren una sección transversal de poste más grande para resistir las fuerzas, así como un anclaje más complejo de la placa base para resistir el vuelco.

Trumer ofrece dos líneas de productos basadas en las pautas que cada sistema ha sido ensayado. Antes de 2008, todos los sistemas se ensayaron de acuerdo con las directrices del Departamento Austríaco de Control de Torrentes y Avalanchas (WLV).Posteriormente, se introdujo en Europa la nueva directriz ETAG 27 de la Organización Europea de Homologación Técnica (EOTA), según la cual todas las vallas de protección contra la caída de rocas debían someterse a pruebas. Desde 2019, la directriz ETAG 27 ha sido sustituida por el Documento de Evaluación Europeo EAD 340059-00-0106 de la Organización Europea de Aprobaciones Técnicas (EOTA).

Puede encontrar más información sobre las diferencias entre estas pautas en la página de Normativa para caída de rocas.